"Todo vigilado por máquinas de amorosa misericordia: Amor y Poder" es el primer capítulo de la última gran serie de Adam Curtis, autor de "El poder de las pesadillas", "El siglo del individualismo" y "La Trampa: Qué sucedió con nuestro sueño de libertad". Con esta serie de tres documentales finalizaremos este fascinante paseo por la historia reciente, imprescindible para poder comprender el mundo en el que vivimos. En esta serie analizaremos la historia desde un punto de vista tecnológico y veremos como las computadoras y las máquinas han influido en nuestra sociedad y en el transcurso de los acontecimientos.
Esta historia empieza en la década de los 50 con una extraña escritora y filósofa llamada Ayn Rand. Ayn Rand había desarrollado una filosofía que expresaba a través de sus novelas a la que denominó "Objetivismo". Según esta idea el ser humano está solo en el Universo y debe liberarse de todo tipo de contol político-religioso. Debe guiarse únicamente por su felicidad y sus propios deseos egoístas, de forma puramente racional, para convertirse en un "héroe". Como vimos en "La Trampa", este tipo de ideas no eran muy bien acogidas por la sociedad tras el gran desastre económico ocurrido en los años 30. Sus novelas no se popularizarían hasta diez años despúes de su muerte en 1981, a inicios de la década de los 90. Uno de sus libros, "La Rebelión de Atlas," se convirtió en el segundo libro más influyente de Norteamérica después de la Biblia. El grupo más influenciado por este libro fue el de los nuevos empresarios de Silicon Valley, que empezaron a verse a sí mismos como héroes randianos. En California otro grupo también muy influenciado desarrolló la llamada "ideología californiana": pensaron que las nuevas tecnologías podrían convertir a todo el mundo en héroes randianos y liberar a la sociedad del control político. Lo harían mediante una vasta red informática que se venía desarrollando desde hacía años y que permitiría mantener a todas las personas interrelacionadas sin necesidad de un control central, lo que acabaría generando un sistema autoregulado y estable. Esto provocaría la aparición de un nuevo tipo de democracia y de "Gobierno mundial" creado por los propios ciudadanos.
Años atrás, el director de la Reserva Federal Alan Greenspan, había formado parte de "El Colectivo", el pequeño y selecto club de egoístas de Ayn Rand. Alan era un seguidor fiel de estas ideas, por lo que tuvieron una gran influencia en las políticas adoptadas por el gobierno de EE.UU durante la presidencia de Bill Clinton. Éste dejó que los mercados, una vez más, se encargaran de conducir al país. Pero esta vez no se produciría el descontrol total que se había producido en intentos anteriores. La diferencia la marcaron las computadoras y los modelos económicos. Éstos permitían predecir a los bancos el riesgo de cualquier inversión o préstamo y aplicar ingeniería económica para conferir estabilidad a los mercados. De esta manera se empezaron a emitir préstamos como nunca antes, lo que llevó al país a un rápido crecimiento. Además, "Intenet y otros sistemas de redes permitierion a las empresas responder al instante a las necesidades de los mercados y a los deseos del consumidor. Era la interrelación cibernética predicha por los ideólogos californianos." A todo esto se le llamó la "Nueva Economía". Era una economía basada en números y datos irreales. Lo que ocurría en realidad era que se estaba creando una gran burbuja especulativa. Las cifras no tenían nada que ver con la productividad real del país. Era todo virtual.
"Para 1997, el florecimiento americano estaba remodelando el mundo entero. El gobierno estadounidense estaba dominado por banqueros y economistas que veían el planeta como un gigantesco sistema financiero. Creían que la estabilidad económica global se alcanzaría si las naciones se abrieran por completo al libre flujo de capital. Y el campo de pruebas que crearon para probar esto fue el Sudeste Asiático." La élite financiera creó allí una enorme burbuja especulativa que no tardó en explotar y conducir a los países experimentales al desastre. Estalló una enorme crisis ante la que el FMI se presentó como el salvador ofreciendo grandes préstamos a cambio de los cuales se deberían cumplir las condiciones que ellos impusieran: privatizaciones, recorte del gasto público... Esto trajo nuevos problemas y una enorme pobreza: "En todos los países rescatados por el FMI como Tailandia y Corea del Sur, tras un primer momento de estabilidad, llegó un desplome del tipo de cambio. Estaba claro que todo aquello había sido provocado por la élite financiera, que aplicaba una agenda oculta para su propio beneficio. El poder ya no pertenecía a los políticos, sino que había sido transferido por completo a las clases más altas.
De pronto se empezaba a ver que las computadoras, Internet y otros sistemas de redes realmente no eran las herramientas que permitirían distribuir el poder y crear un nuevo tipo de democracia, sino todo lo contrario. Habían proporcionado nuevas formas de ejercer el poder, lejos de conseguir un mundo estable. Además, todo, incluso las emociones, había quedado mercantilizado:
"En el siglo XIX las mercancías se facturaban en fábricas por trabajadores en su mayoría explotados, pero ahora era yo la que convertía mis intimidades en mercancías para que las corporaciones dueñas de los foros en las que se publicaban como Comserve o AOL se enriquecieran presentándolas como un mero entretenimietno consumista."- Carmen Hermosillo
Había algo que Ayn Rand no había considerado antes de crear su filosofia del egoísmo: el amor. Ella misma se topó con él. Se enamoró terriblemente de un miembro de su club, Nathaniel Branden, pero éste no le correspondió. Nathaniel condujo a Ayn a la desesperación y la rabia. Ella quería convencer a toda costa a Nathaniel de que su amor por él era pura racionalidad y que era igualmente racional y moral que él le correspondiera a ella. No pudo aceptar su derrota. "El Colectivo" y su filosofía quedaron destrozados. A finales de los 70 Ayn se encontraba totalmente sola. Solo Alan Greenspan continuaría visitándola.
En 2001, tras los auto-atentados del 11-S, la bolsa se desplomó y los EE.UU se sumieron en una gran crisis. Como solución Greenspan bajó las tasas de interés para incentivar el consumo y la emisión de préstamos. Se produjo el mayor boom consumista de la historia. Parecía inevitable por lo tanto que se reportara una gran inflación, pero no ocurrió. Y la razón fue China. China había devaluado su moneda para aumentar las exportaciones e inundar Norteamérica con sus productos. Los dólares a su vez inundaron China y ésta se los devolvió a EE.UU en forma de préstamos, comprando Bonos del Estado. De esta manera se consiguió la estabilidad, pero era todo una gran ilusión: los EEUU estaban cayendo en la misma trampa que ellos habían aplicado en el Sudeste Asiático años atrás. ¿Por qué no se percataron? Porque pensaron que esa estabilidad era debida al sistema de modelos económicos basado en las computadoras que ellos mismos habían implantado. En 2008 estalló la gran crisis. Ahora, a mediados de 2012, nos encontramos cerca de un colapso financiero global.
"Para 1997, el florecimiento americano estaba remodelando el mundo entero. El gobierno estadounidense estaba dominado por banqueros y economistas que veían el planeta como un gigantesco sistema financiero. Creían que la estabilidad económica global se alcanzaría si las naciones se abrieran por completo al libre flujo de capital. Y el campo de pruebas que crearon para probar esto fue el Sudeste Asiático." La élite financiera creó allí una enorme burbuja especulativa que no tardó en explotar y conducir a los países experimentales al desastre. Estalló una enorme crisis ante la que el FMI se presentó como el salvador ofreciendo grandes préstamos a cambio de los cuales se deberían cumplir las condiciones que ellos impusieran: privatizaciones, recorte del gasto público... Esto trajo nuevos problemas y una enorme pobreza: "En todos los países rescatados por el FMI como Tailandia y Corea del Sur, tras un primer momento de estabilidad, llegó un desplome del tipo de cambio. Estaba claro que todo aquello había sido provocado por la élite financiera, que aplicaba una agenda oculta para su propio beneficio. El poder ya no pertenecía a los políticos, sino que había sido transferido por completo a las clases más altas.
De pronto se empezaba a ver que las computadoras, Internet y otros sistemas de redes realmente no eran las herramientas que permitirían distribuir el poder y crear un nuevo tipo de democracia, sino todo lo contrario. Habían proporcionado nuevas formas de ejercer el poder, lejos de conseguir un mundo estable. Además, todo, incluso las emociones, había quedado mercantilizado:
"En el siglo XIX las mercancías se facturaban en fábricas por trabajadores en su mayoría explotados, pero ahora era yo la que convertía mis intimidades en mercancías para que las corporaciones dueñas de los foros en las que se publicaban como Comserve o AOL se enriquecieran presentándolas como un mero entretenimietno consumista."- Carmen Hermosillo
Había algo que Ayn Rand no había considerado antes de crear su filosofia del egoísmo: el amor. Ella misma se topó con él. Se enamoró terriblemente de un miembro de su club, Nathaniel Branden, pero éste no le correspondió. Nathaniel condujo a Ayn a la desesperación y la rabia. Ella quería convencer a toda costa a Nathaniel de que su amor por él era pura racionalidad y que era igualmente racional y moral que él le correspondiera a ella. No pudo aceptar su derrota. "El Colectivo" y su filosofía quedaron destrozados. A finales de los 70 Ayn se encontraba totalmente sola. Solo Alan Greenspan continuaría visitándola.
En 2001, tras los auto-atentados del 11-S, la bolsa se desplomó y los EE.UU se sumieron en una gran crisis. Como solución Greenspan bajó las tasas de interés para incentivar el consumo y la emisión de préstamos. Se produjo el mayor boom consumista de la historia. Parecía inevitable por lo tanto que se reportara una gran inflación, pero no ocurrió. Y la razón fue China. China había devaluado su moneda para aumentar las exportaciones e inundar Norteamérica con sus productos. Los dólares a su vez inundaron China y ésta se los devolvió a EE.UU en forma de préstamos, comprando Bonos del Estado. De esta manera se consiguió la estabilidad, pero era todo una gran ilusión: los EEUU estaban cayendo en la misma trampa que ellos habían aplicado en el Sudeste Asiático años atrás. ¿Por qué no se percataron? Porque pensaron que esa estabilidad era debida al sistema de modelos económicos basado en las computadoras que ellos mismos habían implantado. En 2008 estalló la gran crisis. Ahora, a mediados de 2012, nos encontramos cerca de un colapso financiero global.
Vea también: "La Trampa: Qué sucedió con nuestro sueño de libertad" y "El dinero es deuda"