Sutta del desconocido.
En una ocasión estaba el venerable monje Vardhamāna Mahavirá, líder del clan de los Nigganthas, morando por el monte Pico de Águila, cerca de Rajagaha. En ese entonces, un joven que paseaba por ahí y que había oído hablar de él, lo reconoció y se le acercó. Después de saludarle amistosamente, se sentó a un lado y se dirigió a él de la siguiente forma:
- Venerable monje Vardhamāna, yo desconozco la Enseñanza y poco he escuchado acerca de ella. Por eso es que desde hace un tiempo vengo preguntándome cuál es el mayor objetivo en la vida de un filósofo-monje dedicado a alcanzar la Sabiduría.
- El mayor objetivo en la vida de un filósofo-monje dedicado a alcanzar la Sabiduría, querido compañero, es extinguir el deseo y la conciencia:
- De la extinción del deseo deriva la No-acción.
- La No-acción supone estar inmóvil y en reposo, sin pensamiento ni impulso alguno que puedan perturbar al Alma. Similar al estado en el que se halla un vegetal, sin gusto ni placer por nada.
- Así es, ciertamente. Muerto en vida:
- La muerte es la separación del cuerpo y lo material del Alma.
- El hombre sabio, el filósofo, busca desprender su Alma en todo lo posible del cuerpo y lo material.
- Por eso se dice de él que se aproxima a la muerte, y del que ha logrado la Liberación que es semejante a un muerto.
- Querido compañero, presta atención a lo siguiente:
- El deseo ciega y nubla la vista.
- El que tiene la vista nublada, es incapaz de ver.
- El que es incapaz de ver, no ve la Realidad.
- Pero el que no tiene deseos, tiene la vista clara y comprende.
- Y el que tiene la vista clara y comprende, puede ver la Realidad. Viendo la Realidad, llega a conocer la Verdad.
- Por lo tanto, el filósofo, del que se dice que está muerto en vida, conoce la Verdad. Él comprende.
- La Verdad es la Realidad en Sí.
- La Realidad en Sí es el Todo, es Brahma, es Dios, es Tao.
- El que ve la Verdad, por lo tanto, puede ver a Dios.
- Por eso, el filósofo, del que se dice que está muerto en vida, conoce a Dios... Y tras la muerte física, se reúne con Él.
Tras finalizar el venerable monje Nathaputta su discurso, el desconocido se mostró satisfecho y se deleitó en sus palabras. Así, exclamó:
- ¡Excelente Maestro Vardhamāna! ¡Excelente Maestro Vardhamāna! Yo nunca había entrado en contacto con la Enseñanza, ¡pero ésta es Sublime! El Maestro Vardhamāna esclareció el Dhama de diferentes maneras, como si enderezara lo que está torcido, revelara lo que está oculto, mostrara el Camino a los que están perdidos o sostuviera una lámpara en medio de la oscuridad. A partir de hoy tomaré por refugio al Maestro Vardhamāna, al Dhama y la Enseñanza. Que el Maestro Vardhamāna me considere como su seguidor laico a partir de ahora, que ha ido a por refugio de por vida.
Vea también: "El Mito de la Caverna", Tevijja Sutta, Discurso con Khema, Asurindaka Sutta.