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Rueda de Dharma.
Como el joven príncipe del Reino de Shakya, Siddharta Gautama, yo nací en una burbuja. Jamás he conocido a nadie personalmente que no viva dentro de una, que no se halle en un delirio permanente. Todas ellas fueron creadas por los propagandistas para mantenernos aislados de la realidad. Pero tal aislamiento era solamente algo temporal. Al igual que Truman, al igual que Siddharta, la curiosidad me tentó lo suficiente como para empezar a cuestionarme todo mi entorno. Del mismo modo que Gautama escapaba del palacio, yo escapaba a Internet. Y comencé a descubrir el sufrimiento: las guerras, el hambre, la pobreza extrema y la manipulación de las masas... No podía creer que todo aquello estuviera ocurriendo. No podía llegar a comprender que desgracias de tal magnitud hubieran y estuvieran teniendo lugar. Mi reacción fue inmediata. Siddharta abrazó el ascetismo; yo, ingenuo y engañado, abracé las ideas de "izquierda" "altermundialistas" y pro-"comunistas", presentando una oposición casi fanática hacia una élite cuya existencia había descubierto gracias a su propia propaganda, pensando que las causas del mal tenían su origen en el "capitalismo". Pero proseguí mi camino hacia la comprensión y el conocimiento del mundo. ¡Y cuán distinta resultó ser la realidad! Ninguno de todos aquellos conceptos e ideas existía; eran más que propaganda para inducirme a la conversión de un ciudadano mundial. Todo lo que yo había conocido hasta entonces era mentira, era falso, estaba tergiversado. Todo lo que yo aprendí desde mi infancia había sido filtrado por los propagandistas. Todo lo que yo había amado u odiado era parte de la trampa. Y fue entonces cuando oí el armonioso sonido de la cuerda afinada del sitar, y las ideas se tornaron más claras que nunca. Era en la virtud, en el término medio, donde se encuentra la solución. ¿Izquierdas y derechas? ¿Capitalismo y comunismo? ¡Nada de aquello era real!
A los fabianos y la élite les atrae este concepto porque ven en el término medio el sistema por el cual ellos mismos crearon ambos extremos en su afán de controlar el transcurso de la historia. Extremos que, al fin y al cabo, surgieron a partir de su oposición radical a la tradición y el Antiguo Régimen. [Hegel, con su Dialéctica, no hizo más que extrapolar la vida de Siddharta.]. De hecho, les agrada tanto que ahora el budismo forma parte de su amplio repertorio de propaganda.
Pero sería cometer un gran error pensar que una ideología motivada por el ansia de poder como el mundialismo tiene algo que ver con el término medio. El término medio surge de la comprensión del mundo, y lo que uno acaba viendo a medida que avanza por el sendero de la comprensión es lo mismo que llegó a ver Buddha: Las Cuatro Nobles Verdades.

1. Toda existencia es duhkha (sufrimiento)
2. El origen del duhkha es tanha (el deseo)
3. El sufrimiento puede extinguirse, extinguiendo tanha.
4. Para extinguir tanha debemos seguir el Noble Sendero Óctuple.

Cuando Freud hablaba de los impulsos irracionales, hablaba de la misma voluntad eterna descrita por Arthur Schopenhauer. Ambos vieron en el deseo la causa de todos los problemas y el sufrimiento del ser humano. Exactamente los mismos deseos de los que hace uso la propaganda para encarcelarnos y manipularnos. O visto de otro modo, los mismos deseos de los que se sirve la propaganda para imponer un poco de orden en medio del caos. Pero todo eso ya había sido explicado mucho antes, hace unos 2.500 años, por Buddha Gautama. Buddha describió las bases científicas en las que se sustenta la propaganda cinco siglos antes de Cristo.
La solución al sufrimiento no está en reprimir los impulsos, como decía Freud, ni en negarlos, como decía Schopenhauer: está en extinguirlos. Y el camino para hacerlo es el camino propuesto por Buddha: El Noble Camino Óctuple, el camino de la virtud y la comprensión.

Sabiduría (pali: paññā)
1. Visión o comprensión correcta (sánscrito: dṛṣṭi • pali: diṭṭhi).
2. Pensamiento o determinación correcta (saṃkalpa • saṅkappa).
Conducta ética (Sīla)
3. Hablar correcto (vāc • vācā).
4. Actuar correcto (karmānta • kammanta).
5. Medio de vida correcto (ājīva • ājīva).
Entrenamiento de la mente (samadhi)
6. Esfuerzo correcto (viāiāma • vāiāma).
7. Estar-Presente o Consciencia del momento correcta (smritisati).
8. Concentración o Meditación correcta (samādhi • samādhi).
Para llegar a entender las Cuatro Nobles Verdades es indispensable llegar a comprender la realidad. Comprender la realidad es el primer paso del Camino Óctuple, y quizás sea el más importante de todos. Yo, sin darme cuenta siquiera, con este blog emprendí el Noble Sendero Óctuple, simultáneamente en sus ocho aspectos. Y es ahora, cuando el sufrimiento empieza a disiparse y me hago cada vez más consciente de mí mismo, que veo el camino a seguir con claridad. Todavía queda mucho trabajo por delante: conocer la historia de la Humanidad de principio a fin, multiplicar hasta el infinito mis conocimientos en ciencia y continuar perfeccionándome a nivel personal. Todo esto, junto a la reflexión y las proyecciones de futuro, me llevará hasta lugares que todavía no puedo imaginar. Y finalmente, mis propias ideas, mías y de nadie más, empezarán a brotar, marcando el inicio de mi liberación. Como el Dr. Manhattan, hacia la razón más pura, libre de toda la naturaleza primitiva y animal que nos mantiene atrapados en la mediocridad. El Nirvana se halla más cerca que nunca....

Calbert, 31 de marzo de 2.014.




Vea también en: "El Mito de la Caverna".
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