Tanto Google como Facebook y otros importantes agentes de Internet han venido desarrollando algoritmos que permiten que la red se adapte a las preferencias y gustos personales de cada uno. Esto conlleva inevitablemente a la formación de "burbujas de filtros" en las que podemos quedar atrapados. Estas burbujas nos dificultan el acceso a aquella información que podría ofrecernos nuevos puntos de vista y ampliar nuestra visión del mundo. Podemos ver lo que queremos, pero quizá no lo que necesitamos.
Una de las grandes virtudes de Internet es su importante papel en el progreso de la democracia y la libertad. Personalizando la web estas empresas no están precisamente ayudando en este aspecto. Así nos lo cuenta Eli Pariser en esta interesante conferencia del TED: