lunes, 30 de marzo de 2015

La historia como un experimento

El planeta se precipita irremediablemente hacia la conformación de un Estado Mundial. Las grandes potencias, los grandes países y los pequeños, las naciones y las regiones, las ciudades, los mares, el espacio aéreo, las comunicaciones, la alimentación, los recursos energéticos y naturales, la mente de las personas.... están bajo control. ¿Por qué entonces ocurre todo lo que ocurre? ¿Por qué no se proclama hoy mismo el Gobierno Mundial? ¿Por qué la historia no ha llegado ya a su fin?
La respuesta a la segunda pregunta es sencilla: por poder, podría hacerse. Pero no hay garantía alguna de que si se hiciera el sistema de administración mundial fuera a funcionar como es debido. No hay modelos en el pasado que sirvan de guía, no hay experiencia suficiente pues nunca jamás ha existido un Imperio como el que se pretende construir. Podría ocurrir que, una vez implementado el nuevo sistema, éste acabara por descomponerse con el paso de los años a causa de innumerables inconvenientes imprevistos y factores inadvertidos. Así pues, la Gran Babilonia debe irse erigiendo sobre la marcha y poco a poco; primero a pequeña escala, luego a una cada vez mayor... Eso implica que los distintos territorios, estados, naciones, pueblos, imperios, etc. han de servir antes como laboratorio de investigación para el desarrollo de un sistema de gobernanza mundial. Todo aquel sistema que pueda considerarse útil deberá ser puesto a prueba; y si tiene éxito, o tiene éxito en algo, adoptarlo.
Un tipo de Estado-laboratorio fue el Apartheid de la Sudáfrica de Cecil Rhodes; un sistema de segregación racial estructurado en castas al más puro estilo de Un Mundo Feliz. En cuanto se dio el experimento por finalizado se procedió a desmantelarlo y dar paso a la democracia. Los Estados Unidos mismos son un ejemplo de laboratorio social; es en ellos donde nació la sociedad moderna tal y como las conocemos. Un ejemplo de experimento a pequeña escala sería la eco-técnica y el movimiento de las comunas surgido durante la revolución cultural hippie. Uno a muy gran escala sería el de la Unión Soviética; una estructura totalmente centralizada que no demostró ser el método más eficiente para dominar el globo. Al menos, eso sí, sirvió para industrializar y desarrollar la extensa región y encaminarla hacia el nacimiento de la Civilización tipo I. El experimento más avanzado a día de hoy es la Unión Europea, aunque falta todavía mucho por hacer: deben probarse sistemas de democracia directa y de control horizontal de la población -a través de las redes sociales-; deben desarrollarse también los modelos de Ciudad Global, Ciudad-Estado o Polis Mundial; han de desaparecer aún los Estados-Nación y ha de levantarse un armazón federal que permita administrar el continente. Todo esto, pues, es lo que está por venir.

De esta manera, mediante el método Ensayo y Error, se ha ido prosperando en el establecimiento de una superestructura planetaria. El campo de investigación abarca todos los ámbitos de la realidad ya que cualquier detalle es importante cuando las cosas han de hacerse bien; hay demasiado en juego. Ningún elemento, por insignificante que parezca, ha de pasar desapercibido, pues quién sabe si no será el que haga que el modelo se venga abajo en un futuro.

Y así, progresivamente, la Farsa Histórica va avanzando, como si de algo fortuito se tratara. Farsa, por otro lado, indispensable para someter los modelos a estrés, para ponerlos a prueba ante todo tipo de situaciones adversas y para recrear las condiciones y los escenarios más realistas posibles. En otras palabras, la guerra va a ser necesaria. Todo lo que viene sucediendo y sucederá de aquí en adelante solo es parte del recorrido entre la adolescencia y la edad adulta de la humanidad, es su mente intentando mejorar, es la búsqueda de la justicia, es la reorganización del consciente colectivo... Es una gran experimento.

Calbert