miércoles, 21 de agosto de 2013

La Isla

"Te muestro la pena, dijo Buda, pero también te muestro el final de la pena." De la misma forma Aldous Huxley primero nos muestra la triste realidad hacia la que nos dirgimos en "Un Mundo Feliz", y luego nos muestra una alternativa a dicha realidad en "La Isla". "La Isla" (leer aquí), publicada en 1962, fue su última novela.  En ella trata la misma temática que en "Un Mundo Feliz" - las drogas, la sobrepoblación, la destrucción de la familia como núcleo social, el sexo liberal... - pero desde una perspectiva totalmente distinta; en lugar de poner tales conceptos al servicio de los intereses de una pequeña élite mundialista ávida de poder, los transforma en últiles herramientas para crear una sociedad al servicio de las personas, idílica pero realista, donde todo el mundo es libre y vive en paz. Esta sociedad, casi no hace falta decirlo, tiene los días contados y sobrevive como puede a las amenazas externas que le acechan y a las tormentosas dinámicas históricas que le rodean.

La novela transcurre a mediados del siglo XX en el seno de una pequeña isla llamada Pala, situada en el Sudeste Asiático. Según avanza la obra vamos conociendo sobre Pala a través de los ojos del protagonista, Will Farnaby, un agente secreto que ha viajado en condición de periodista para cubrir los intereses de Lord Aldehyde, un magnate británico del petróleo deseoso de hacerse con los recursos energéticos de la isla. La misión de Farnaby es contactar con la rani de Pala, una pseudo-espiritualista que pretende sacar provecho del petróleo para industrializar la sociedad y convertirla en el punto de partida de "La Cruzada del Espíritu".
Will Farnaby irá progresando moralmente a medida que vaya aprendiendo más y más sobre el exótico lugar donde se halla y se vaya introduciendo poco a poco en la filosofía de vida que caracteriza a los palaneses; una mezcla entre pensamiento occidental, budismo Mahayana (el Gran vehículo), tantrismo y shivaísmo que confiere estabilidad social y salud mental a los habitantes.

Buena parte de los lugares, hechos históricos y personajes descritos por Huxley en la novela pueden estar perfectamente inspirados en la realidad.
La isla de Pala por ejemplo puede estar inspirada en alguna de las islas Pulau, cerca de Malasia.
Rendang-Lobo por otro lado podría ser Malasia, la historia de ambas es muy similar. El territorio descrito como "Irredenta" o "Gran Rendang" coincide con el terriorio del Sultanato de Malaca.
La rani de Pala, Madame Buloz, recuerda bastante a Madame Blavatsky, la fundadora de la Sociedad Teosófica, que también tuvo un maestro llamado Koot Hoomi.
El joven Murugan Mailendra recuerda un tanto a Jiddu Krishnamurti, un joven indio recogido por la Sociedad Teosófica y criado bajo la tutela de Annie Besant (Orden de la Estrella de Oriente) con el propósito de convertirlo en un líder espiritual mundial. Krishnamurti estuvo gravemente enfermo de pequeño (malaria), al igual que Murugan, y describió a su madre con las mismas palabras que utiliza Joe Aldehyde para describir a Madame Buloz: "psíquica". Además tuvo como amiga personal a Radha Burnier, actual presidenta de la Sociedad Teósofica,  que posee el mismo nombre que la instructora sexual de Murugan.
Charles Webster Leadbeater, el clérigo que descubrió a Krishnamurti, tuvo que abandonar la Sociedad Teosófica por un escándalo de pedofilia. En el libro se sugiere que Murugan fue abusado por un "precursor suizo del Coronel Dippa".
Joe Aldehyde puede ser perfectamente el dueño de la British Petroleum, que compite con la Chevron de Rockefeller (Standard de California en el libro) por el petróleo de Pala.
Andrew MacPhail, el cirujano que ayuda al Raja a crear la sociedad de Pala, podría estar inspirado en Hubert van Hook, un cirujano de California escogido por C.W. Leadbeater y llevado a la India para entrenamiento especial. Hubert van Hook fue Secretario General de la Sociedad Teosófica de los Estados Unidos y fue apartado de ella tras el descubrimiento de Krishnamurti.
Todas éstas son curiosas coincidencias que hacen que uno se pregunte hasta qué punto la historia relatada por Huxley es real, y si no se refiere a él mismo en cierto modo cuando habla de Will Farnaby.