miércoles, 25 de abril de 2012

Estudiar el pasado, entender el presente, predecir el futuro

Para poder entender todo lo que está ocurriendo ahora no hay otra vía que estudiar primero la historia de la humanidad, en concreto la de los últimos siglos. Solo así podremos ver de forma comprensible la situación actual. Durante nuestra infancia y adolescencia muchos aprendimos la historia como si no guardara ninguna relación con el presente, como si todas las desgracias que han ido sucediendo ya hubieran sido solucionadas en este planeta. La esclavitud se abolió, los derechos humanos se empezaron a respetar y ahora la gente puede escoger democráticamente a sus responsables representantes, que mejor o peor hacen su trabajo. Aún falta trabajo por hacer, pero hacemos lo que podemos. Esto es lo que nos enseñan en Occidente. Y en los lugares del mundo donde solo hay pobreza, guerras y problemas porque por circunstancias determinadas no han podido desarrollarse como nosotros, ahí estamos los occidentales para ayudarles a progresar y a mejorar con nuestros conocimientos de ciencia y nuestro elevado nivel de humanidad. Yo y muchos habíamos tenido la sensación durante años que los grandes genocidios, la pobreza extrema, el hambre y las enfermedades eran problemas a punto de erradicarse de un día para otro, vistos los grandes esfuerzos que pensábamos que se estaban haciendo. Pero no imaginábamos las dimensiones del problema. Si nos preguntan qué ocurre en Costa de Marfil, la mayoría ni siquiera sabe situarla en el mapa. Si nos hablan de República Democrática del Congo, nadie sabe lo que ahí está pasando. Móviles y aparatos electrónicos en todas partes manchados con la sangre de miles de niños del Congo, ropa y vestimentas de marca confeccionados a base de esclavizar a millones de personas, adornos y joyas que han costado la vida o las extremidades a la gente de Sierra Leona... Pero en Occidente el tiempo se ha parado. Hemos quedado aislados de la realidad de una forma espeluznante. Debemos comprender que a lo largo de la historia siempre han existido imperios, los cuales han tendido a ser cada vez mayores, dentro de los cuales han existido organizaciones secretas y conspiraciones... Todos ellos han intentado conquistar el mundo, han cometido genocidios cada vez más masivos y han utilizado medios cada vez más macabros. ¿Por qué debería parecer extraño que esto continúe ocurriendo? Ahora mismo nos encontramos simplemente ante el mayor imperio de la historia que jamás haya existido, con capacidad para actuar simultáneamente en el mundo entero.

Calbert