La zona de los Balcanes se establece cerca de la frontera entre Occidente y su archienemigo Rusia. Es una zona de paso de importantes gaseoductos y oleoductos hacia Asia Central que permitió a la OTAN asentar posiciones y sirvió para introducir las redes de fundamentalistas islámicos en Europa que han acabado justificando las posteriores guerras contra Oriente Próximo. Yugoslavia era una federación que no encajaba en el mapa político-económico occidental. No seguía el esquema neoliberal y obstaculizaba sus intereses. Su desintegración era de vital importancia para Washington y sus aliados.
Esta desintegración se llevó a cabo tomando como base las diferencias y el rencor inter-étnicos de la región.
Los mass media jugaron un papel fundamental en el conflicto ya que justificaron la intervención de la OTAN mediante mentiras, manipulaciones y la demonización de Serbia.
El conflicto se fue urdiendo con las manifestaciones serbias en contra de la represión y persecución de los kosovares en medio de una situación económica pésima. Cuando Milosevic subió a la presidencia con intención de integrar Kosovo y Voivodina a Serbia, las tensiones empezaron a aumentar y las campañas propagandísticas occidentales se intensificaron. En 1991 se independizaron Croacia, Eslovenia y Macedonia. En Croacia estalló la guerra contra los serbios. En 1992 se independizó Bosnia y Herzegovina iniciándose una guerra que duraría cuatro largos años. La guerra finalizó en 1995 con los acuerdos de paz de Dayton, después de unos intensos bombardeos de la OTAN. Durante esta guerra se llevarían a cabo grandes masacres que afectaría a la población civil de todos los bandos: serbios, bosnios, musulmanes... Todos estos civiles muertos fueron las verdaderas víctimas. Occidente infló descaradamente las cifras en cientos de miles de bosnios y kosovares asesinados por los serbios que luego nunca se han encontrado, mientras que minimizó y encubrió el número de muertos serbios. Demonizó a Serbia haciendo analogías con la Alemania nazi y Hitler. De esta manera parcializó la opinión pública de occidente y se justificó una intervención en la que muchos serbios perderían sus vidas. Durante el conflicto la CIA e Irán daban apoyo a Kosovo. EE.UU también introdujo en Yugolsavia milicias yihaidistas que habían luchado en Afganistán contra los soviéticos, entre las cuales se encontraba el propio Osama Bin Laden, que jugarían un rol muy importante en la guerra de Bosnia. Serbia por su parte recibió ayudas de Israel. Posteriormente el conflicto continuó en Kosovo, donde había aparecido el grupo terrorista UÇK, que finalizó en 1999, también con bombardeos de la OTAN. Algunos de los miembros de esta organización terrorista apoyada en parte por las redes del crimen organizado se encuentran formando actualmente el gobierno kosovar, que proclamó su independencia, no reconocida por muchos países, en 2008. Kosovo se ha convertido en un agujero negro administrado por la OTAN y Washington pero que no pertenece a la ONU. Es una importante base de operaciones del ejército estadounidense y el corazón del crimen organizado en Europa: tráfico de drogas, armas, hombres, órganos...
Desde el fin de la Guerra Civil en 1995 la República de Bosnia y Herzegovina es una República federal dividida en dos entidades autónomas: la República de Srpska y la Federación de Bosnia y Herzegovina. Se han mantenido desde entonces las fuerzas militares europeas para las labores de reconstrucción y de mantenimiento de la paz en el país. Se han iniciado numerosas investigaciones para averiguar las violaciones de los derechos humanos cometidos durante la guerra y se han sucedido detenciones y persecuciones de los criminales de guerra. Muchos de ellos siguen sin ser enjuiciados, ni siquiera buscados. Otros como Ratko Mladic, exgeneral serbobosnio autor de grandes matanzas y exterminios como la de Srebrenica, ya han sido detenidos y presentados ante el tribunal de la Haya. Aún continua el proceso judicial.
16 años después del caos bosnio las secuelas de la guerra aún permanecen. El país aspira ahora a formar parte de la OTAN y de la UE.
Calbert