Ya habíamos mencionado cómo el monopolio de la información actúa en todos los ámbitos de nuestras vidas. Los vídeos que hay a continuación son el ejemplo de la propaganda en el mundo de los videojuegos, donde ni siquiera "Little Big Planet" se salva. Independientemente de lo divertidos que sean los videojuegos, el argumento en el que se basan lleva toda una ideología detrás. Así que ya sabéis, la próxima vez jugadlos, pero teniendo en cuenta lo que significan las historias en la que nos sumergen.